miércoles, 6 de abril de 2016

Soñamos mucho pero cazamos poco

Nos pasamos toda la veda soñando, imaginando cómo será la próxima temporada. Pensando en las múltiples jornadas, las risas y las anécdotas que están por venir. Sin embargo, cuándo llega la hora de la verdad, no llevamos a cabo nuestra afición todo lo que queremos, o todo lo que nos dejan. Este es mi caso.



Como estoy estudiando fuera de casa, en Lleida, y soy de Elche, se me hace bastante complicado ir a casa si no es cada mes o mes y medio. Ya ni contaros lo imposible que se me hace ir a cazar al coto de mi abuelo en Albacete ¿y qué ocurre? Que me paso pensando casi todos los días en ese día en el que pueda por fin ir a cazar, que normalmente es en el descaste y la media veda solamente. 

No me puedo quejar, estoy estudiando lo que me gusta, Medicina, cosa para la que me he dedicado muchísimo. He perdido y he ganado cosas, pero está claro que me encantaría ir más a cazar. Supongo que serán seis años de mucho estudio y poco campo, al cuál sólo podré acudir en verano. Aunque no descarto que en un par de años me mueva de universidad, un poco más cerca de casa, donde pueda disfrutar tanto de la medicina como del campo y muchas otras cosas.

Bueno, esto era una pequeña reflexión que he querido reflejar en el blog. Supongo que algún cazador leerá este post y me gustaría que pusieseis algún comentario sobre si, durante la carrera, o durante alguna temporada, os habíais sentido así, os estaría muy agradecido.

¡Un saludo y tened cuidado!


No hay comentarios:

Publicar un comentario