domingo, 31 de julio de 2016

Y ahora que entramos en descaste... ¿Dispersantes si o no?

Con la gran mayoría de las comunidades ya en periodo de descaste, toca hablar sobre cuál es la munición que utilizamos los cazadores en estas épocas. Uno de los cartuchos que he visto que se utilizan bastante son los dispersantes.

Los dispersantes son cartuchos que, como bien dice su nombre, presentan una mayor dispersión en el patrón de plomeo, es decir, la nube de plomos es mucho más grande. Su utilización es sobre todo para el pelo (conejo y liebre) ya que en muchas ocasiones, mientras cazamos estas especies, tenemos que tirar a tenazón en vez de apuntar, pues en monte cerrado suele ser casi imposible apuntar. Es aquí donde los dispersantes ofrecen su mayor potencial pues hay más posibilidades de abatir la pieza a la cual hemos apuntado sin mucha precisión. Ahora bien ¿Son los dispersantes de verdad necesarios? ¿Cuáles son sus virtudes e inconvenientes?


Las virtudes ya las he comentado, y es que tenemos más posibilidades de abatir una pieza cuando disparamos al bulto, como ocurre en la caza del conejo. Sin embargo, y pongo ya de manifiesta mi opinión, no soy muy afin a los dispersantes, os comentaré ahora por qué.

En primer lugar, al ser la nube de plomos tan extensa, hay muchas más posibilidades de que algún plomo toque al perro, pues cuando cazamos al conejo el perro al salir tras él puede llegar a apretar mucho al pequeño lagomorfo e incluso llegar a atraparlo. Si utilizando un cartucho normal, con un choque normal, ya debemos de tener mucha precaución, imaginaos con un dispersante... Según mi punto de vista, nunca hemos de poner en peligro al perro, nunca, y con este tipo de cartuchos hay que tener muchísimo cuidado con eso. Es verdad que a lo mejor conseguiremos abatir mas piezas, pero prefiero a mi perro sano y salvo, o por lo menos prevenir situaciones de peligro para él que una gran percha de conejos.



Otro aspecto es que con esta munición también podemos llegar a plomear a alguien más fácilmente, bien por rebote de plomos o por su gran abertura, pues nos confiamos y tiramos donde no tenemos que tirar.

Por último, también cabe decir que, en mi opinión, no es necesario abrir tanto el tiro para poder abatir conejos, por muy cerrado que sea el monte. Lo bonito de la caza es la dificultad que nos pone el animal para poder abatirlo, así como lo deportivo, pues el escape es la única oportunidad del conejo para poder salirse con la suya, y con este tipo de cartuchos desequilibramos la balanza entre el cazador y el conejo tremendamente. Es solo una opinión, pero creo que con los cartuchos y choques normales podemos abatir perfectamente conejos y liebre en montes cerrados, con sus dificultades pero así es la caza.

Si tenéis una opinión diferente que queráis comentar o algún aspecto que añadir a la entrada no dudéis en comentar ¡Un saludo y que tengáis una buena época de descaste!


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